- Tal y como bien sabemos, la energía no es aniquilable pero sí transformable.
- Está fuera de toda duda científica que determinado tipo de energía, debidamente especificada y conformada, ha construido no sólo nuestro cerebro, sino que además permite que otro tipo de energía, tipificada en la mente, sea capaz de actuar a través de aquél.
- Está demostrado asimismo que, a través del cerebro humano, la mente es capaz de imaginar y diseñar un plan ordenado, desarrollarlo y culminarlo.
- Del mismo modo está demostrado que la energía mental, en determinada medida, es capaz de influir directamente sobre materia-energía exterior (… sillas para discapacitados, brazos articulados e incluso coches circulando por las calles de Berlín, dirigidos a partir de señales eléctricas provocadas por la mente)
- Si ello es así ¿ es plausible invocar algo de naturaleza racional para no admitir el hecho de que pueda o puedan existir, e incluso preexistir, una o numerosas mentes extraordinariamente desarrolladas y poderosas – y operando probablemente sobre “soportes cerebrales” distintos al humano – capaz o capaces, por tanto, de concebir, plasmar y desarrollar un plan o planes cósmicos de – para nosotros y actualmente – inconcebible complejidad y dimensión ?
- La ciencia tiene verificado que las células de nuestro organismo sufren una renovación completa en un lapsus aproximado de 7 años. Por tanto, si la teoría determinista fuera cierta, sería evidente que todo cuanto a las células antiguas o renovadas se refiere, habría desaparecido, concluido. Pero bien sabemos que no es así, pues ¿ cómo es que somos capaces de recordar hasta los acontecimientos personales más lejanos en nuestras vidas ?
- La razón de que los científicos – en especial los físicos puros y astro-físicos -configuren sus proyectos y descubrimientos mediante fórmulas matemáticas consideradas como extraordinariamente inteligentes ¿ no estará ello señalando que, efectivamente, pudiera ser que alguien con muchísimo más talento – y por tanto nunca por accidente – pudiera haber conformado el universo que los propios científicos están redescubriendo ahora, a posteriori…?
- Afirmamos que una mente abierta – una flexible razón teórica y práctica – a las posibilidades que emanan tanto de la mera dialéctica como de la ciencia, viene a ser sin duda requisito de todo punto necesario para, con persistencia, aspirar a alcanzar cualquier horizonte en el progreso evolutivo. Sin embargo, – decimos – que el escepticismo duro, el que suele denominarse “ escepticismo a ultranza”, tal vez constituya propiamente uno de los mayores obstáculos para la cognición o adquisición de conocimiento. Y en eso estamos.
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Me confieso mucho más corto de miras y confieso que me interesa poco o nada el más allá. Creo que con la desaparición de nuestro cuerpo y del cerebro que rige nuestro conocimiento del mundo, nada existe; quiero decir al modo de la humana vida. Queda el polvo y sus moléculas y átomos y los recuerdos en quienes nos recuerden.
Salud
Comentario por Julio G. Alonso — 14/11/11 @ 7:37 pm |
Nada más importante y bello, Julio, querido compañero, que la imaginación, su vuelo y su libertad ¿ no te parece…?; tiene ello tal hermosura, que sólo el hecho de intentar cantarlo, constituye casi, y en sí, un hecho heroico; por tanto, y dado que el corazón sabe, cantémoslo a los demás con la mejor certeza qaue aquél nos dicte; pero, aun así, hazte cuenta de que las células de nuestro organismo se renuevan alrededor de cada 7 años, y si nada quedase una vez muertas o desaparecidas ¿ cómo es que nos persiste la memoria, y más cuando incluso nos trae al presente los acontecimientos más remotos, más lejanos; porque si fuese tal y como dices creer – lo cual es en sí un acto de fe – éstos, y prácticamente todos los recuerdos, devendrían por tanto en meramente imposibles. ¡ salve, amigo ! Orión
Comentario por oriondepanthoseas — 14/11/11 @ 9:15 pm |