VIVIR, LUCHAR Y MORIR
… que por lindes silvestres, margaritas, amapolas y rosas me sean y hablen,
que los azules, que los violetas y púrpuras de este cielo-sangre de la tarde me hablen y sean,
y que también, y desde aquí, el corazón,
y que lo haga el aire,
y que la luz, que la luz lo haga…
… porque alto, alto es vivir, luchar y morir con fe y valor, alto es, muy alto,
pero tener y sentir conscientemente dentro y a la vez la vida, la lucha y la muerte,
amándolas y dirigiéndolas …
ah, queridísimos amigos, esa aspiración, ese deseo de verbo inefable, mi bien estimados,
digo, no, no tiene paradigma, no tiene parangón;
… porque, como pólvora entre nieve y fuego,
se intuyen astros cruzando por mi pecho y sus pechos,
– por los nuestros, por los pechos carnales, por los comunes y generales,
amados lectores y poetas –
justo cuando el amor y el odio, bajo guía y orden de la voluntad con su insigne poder,
son obligados a reencontrarse y transformarse,
bajo un fiel equilibrio en que surgen prodigios y fulge la magia del perdón,
– ah, ah esa límpida hoguera de luz azul –
por lo que la excelsa llama rompe, se eleva y asciende recta, hacia lo alto,
y el ser humano brilla magnífico con todo su dominio, con todo su esplendor y libre,
desplegando sus potencias humanas y divinas;
… amigos, aunque al mirarlo y adentrarlo con toda su magnitud, nos sea irreconocible,
este, este mismo instante, a través de foros poéticos terrestres con sus redes cuánticas,
es y es,
– afirmo y digo –
un instante sublime con una escucha infinita,
un océano de imperecedera audiencia adepta, universal y máxima,
y también, también dulce, dulce y seductora.
11 VERSOS EN BUSCA DE SÍNTESIS
… porque si eterna e infinita es la búsqueda y unción de la verdad,
si estando, compartiendo y obrando a un tiempo sobre otras realidades e interacciones,
y si aquí vivimos de éste y otros modos, y, asimismo con otras claves, lógicas y códigos,
informemos de que el tiempo y el espacio se calculan y expresan
por la consciencia que el amor extrae y exhibe en el lagar del corazón;
… por tanto, y dentro del inefable e innombrable Ser, de El Absoluto, digo,
que la paz nos guarde
y que la luz nos busque y halle,
y que al fin, la esencia incondicional y amorosa, cual golpe cósmico de voz,
nos mire, toque el hombro y nos ponga a arder,
y, en su fuego de fuegos, nos nombre y resucite.
RAZÓN Y CELEBRACIÓN
… este compendio universal que dentro de mí y ante a mí se construye y alza,
esta irrupción cósmica que con mente y corazón contemplo, siento y vivo,
este haber sublime de espíritu y amor inabarcables,
esta ingente belleza,
[que cual tímpano de voz y fuego puro, se inscribe y vibra en todo lo creado,
y que, asimismo, en el ser humano, cual laúd divina,
y cual égida o refugio,
y símbolo,
y flor]
¿ podríamos acaso contemplarlo, sentirlo y también vivirlo,
sin esta luz terral del corazón ?
… ay nuestros lechos precámbricos, nuestras paredes de piedra,
nuestras hachas y diminutas lanzas…;
porque desde aquél otro lado, desde hecatombes de dolor, unos y otros llegamos cansados,
despiezada el alma y recosidos o rotos, y aún, aún, nuestros hombros y brazos,
las piernas, el pecho, la cintura,
por lo que bien, bien pudiera parecernos que sólo llorar y llorar constituyese el único
y dramático bastión frente a un destino de aparente fin con muerte y con más muerte;
… porque, sí, hay instantes en que las pruebas del ser arrasan y estremecen, engullen, matan,
pero ¿ es que no hemos vuelto a renacer para ser actores de nuestro sueño invencible,
el de nuestro camino en progreso, éste, el vigente, el de nuestro genio y poder,
y, ello, hasta el último hálito o bastión de nuestro ser y fuerza … ?
… contemplad, pues, esta virtud exuberante, moderna y fresca de alegría y júbilo,
este emblema de inmortal proyección sin límites,
esta intención del Innombrable con su absoluta y asombrosa cordura,
esta lid,
este grial;
… desde este XXI, doy fe del orden y luz del mundo.
DEL FRAGOR DE LAS CORRIENTES
… qué difícil, qué arduo y complicado es salir del fragor de las turbias corrientes humanas
y asirnos a un simple soplo de aire, de tierra o cielo libres,
y con fe y amor, extenuaciones y escarnios,
intentar remontarlas, incluso con riesgos innegables de vida y alma;
… y es que hay ríos amplios y profundos marchando ingentes y apacibles, silenciosos,
y hay cascadas y cataratas por lo rompientes e inmensas,
bellísimas y altísimas, con bordes de oro por entre hilvanes de niebla,
hay mansos regueros que serpentean y brillan constantemente bajo el sol o la luna,
o torrentes de montaña que bajan rudos y raudos hozando y golpeando, crepitando,
y está – está allá abajo, cómo no – el lindo valle, el que en sus frondas acoge y gloría
los colores y silbos del ruiseñor, del jilguero, del mirlo … ;
… la soledad es un viejo molino con dientes de dragón y moltura pulcrísima, infinita,
y cuando el sabio silencio-molinero dicta el fin y retira la moltura,
el Gran Arte, en su finura exquisita, habrá capacitado a ambos para prestar auxilio
a las almas más dramáticas, enfermas y frágiles del mundo;
… el XXI ha emergido para una guerra entre exigua luz y densa oscuridad,
más con un kit para tratar sus charcas y charcas con ruidos, pudrimientos y tétricos hedores;
el XXI es Campo de Agramante con muy altos potenciales y excelso paradigma por venir;
el XXI es molino-instructor-devastador de ancestrales y cansados círculos y estirpes,
de tribus, linajes, clanes y castas,
y de cual estrapanoides, caducas y macámbricas maneras y formas;
el XXI ha de ser, ha de ser cristalina flor de rocío,
concebida y devenida, cual divino sol, del silencio puro en soledad;
el XXI – digo y dejo –
es esa valiente flor que marcha sobre todas las charcas terrestres enjuagándolas y sanándolas,
y aun, y entre tanto y tanto dolor, cantando;
sí, sí, al vez una rosa enjuagando las charcas, sanándolas, digo, y, a la vez, cantando,
y, ello, por primera, por primera vez
– concluyo –
en la muy larga, en la larguísima presencia del ser humano y el planeta.
1) Estrapanoides: Deformes
2) Macámbricas: Incomprensibles
DE LA CONCIENCIA O EL DIVINO FUEGO
… si ciertamente la instilamos más hondo y más allá del aire y tras del aire canta,
– y si en ese ámbito prende, fulge y brilla en él –
¿ no es desde ese fuego divino, íntimo y puro,
desde donde el ser humano irrumpe, se abrasa y resucita ?
… esta marcha en ciclos de la humanidad y el planeta, vibra cual llama impalpable y viva,
– y, aunque hacia adelante y hacia arriba, dicha llama dance y dance,
y, a su pesar, y también, descienda, pues que el mal la empobrece y diezma –
el ardiente celo, aquél, el eterno, el espiral y divino, el poderoso y cuántico,
definitivamente la arrebatará e impulsará hacia el incuestionable triunfo de lo alto;
¡ … pero, ay y ay,
pues que desde la compasión y su altísima luz, en cooperación, convivencia y justicia,
deberemos construir mientras la equidad, la paz y el bien,
y, asimismo, junto al cántico purísimo del alma,
el agua de la alegría,
y el don sin muros de la libertad… !
EN INVIERNO : A SU FRÍO Y LUZ
… con el vellón del sol,
– a la luz angular, la abisal y lejana del invierno –
hila e hila oro dorado y puro la rueca invicta del espíritu;
pues ay, ay la órbita solsticial y nórdica de Navidad con sus almendros en flor o lumbre,
– ellos, los precursores, los pioneros –
y ay, ay los invisibles, los altísimos y etéricos templos con sus hosannas divinos,
y ay, ay los cuasi-infinitos cantos terrestres con sus pulsiones múltiples de vida y luz,
címbalos anunciadores ellos del ingente, abrasador y jubiloso grill de primavera;
… irrumpiendo al aire, revivificándolo e iluminándolo,
van surgiendo nuestros enérgicos y purísimos sentimientos,
los que con fuerza y poder nos traen del sol los latidos y regeneran la sangre,
los que extractan la vida y dan lugar al alma,
los mismos que reponen – y salvan – los bancales rotos,
los gastados o también heridos del corazón.
***
PROCESO DE DIAMANTE
… roto, estremecido y golpeado vengo por todas partes;
y es que, queridos amigas y amigos, la lengua, las manos y los labios son locos peligrosos,
ciegos profundos e intrépidos totales;
porque si ciertamente la lengua es víbora que infiltra el veneno en la boca y el aire,
el sexo es relámpago con signos de tornado y estruendos sucesivos de bombas de racimo;
no les cabe probidad, rectitud ni dudas,
y no, no admiten otra luz que henchirse de su oscura, tensa y dura luz;
cuando conectan y pactan entre sí, no existe escapatoria, no, no existe salvación;
¿ o sí, o sí existe cuando de pronto, y cual si Pablo por el Camino de Damasco,
se ilumina el corazón, y la mente, detenida y derribada, absorta lo contempla,
o sí, o sí existe … ?
… por tanto, y mientras instante a instante transmutamos este cuerpo o abrigo mineral,
y transformándonos vamos en auténticos faros con resplandores íntimos de dioses,
que estos mustios y pocos versos, ayuden, si es posible, al atlas constructor e inédito del mundo,
pues que, instalada y viva, se inscribe en nuestros pechos la frecuencia del pálpito divino,
el que colma, el que pule y lustra nuestros actuales atuendos,
– nuestro diamante en bruto –
cada atisbo y rudo pliegue de nuestra vida y ser;
… ay, ay, pues esto supondría nuestra regeneración y retorno al Edén,
esa ascensión y conjunción astronómica y pascual en los planos cósmico y humano:
Ulises y su implacable odisea,
el Hijo Pródigo,
la Eneida;
tras la caída y el dolor, el regreso, pues, al honor y a la luz,
al abrazo total, al del Padre,
la vuelta a casa.
***
ARQUITECTOS Y CONSTRUCTORES
… y he, he aquí quiénes somos y, por tanto, cómo, cómo vivís y cómo vivo,
dejad y dejemos, pues, sobre este lienzo, y a trozos, ante ojos visibles e invisibles,
los extractos químicos y álmicos del cuerpo, y de igual forma utopías y mentales códigos,
y, también, aquéllas, las brasas-lumbres del corazón;
… y es que, inmersos en este plan creador y abierto,
reconozcamos que estamos transformando y construyendo el multiverso,
que captamos la savia y timbre del sonido, su flor de arquitectura u orden ínsito, el inscrito,
y que honramos asimismo el Caos cual espacio-germen de intensa y renovada creación,
el de este ensueño nuestro, ingente y sin edad,
lo que es,
la infinitud;
… ah, y sin embargo,
frente a lapsus íntimos de alma – los que profundamente hieren o iluminan,
– los del ser humano marchando y cargando a contra dolor y a todo dolor –
no olviden los poetas nunca, nunca, la piedad,
las desesperaciones hondísimas que aíslan,
cuando – cual coraza de oxidado hierro – el grill de tristeza envuelve y aparta
con témpanos de hielo o abierto el pecho en mil pedazos y con la sangre en llamas;
… añadir, que, diferenciados e individualizados, no en Dios mismo, sino dentro de Dios,
cual chispas de la infinita llamarada cuántica y divina,
[más ¿ conocen la Epigénesis, ese inherente don personal y general
de mejorar a voluntad nuestras mentes y cuerpos, cual nueva luz del universo ?]
vuelvo y digo que iremos transmutando y desplegando
los inherentes y nuevos potenciales del dios carnal
cual dinámicos y multidimensionales haces de inteligencia, luz y poder,
un inexpresable huracán – insisto y digo – de imponente amor e indescriptible belleza;
… bajo cáliz de grial y estancia de silencio,
velad, velad los secretos de todos los tesoros que estemos buscando o esperando,
hacedlo, hacedlo y hagámoslo así,
sin duda, conservaremos el don de la esperanza y la certeza.
TU YO SUPERIOR Y TU ALMA
… tú, tú eres tu propio Yo Superior, el Ego reencarnante o renaciente,
– la individualizada chispa divina –
el dios interno, residiendo y evolucionando, de nuevo, en tu cuerpo presente y mortal,
pues él es quien construye y vive en tu sangre, quien la incendia y dora,
quien ve a través de tus ojos, quien con tus oídos oye y con tu boca ríe y nombra,
el mismo que con tus pies camina y con tu mente crea, razona y piensa,
y también, también aquél, aquél, el amante en el relato mítico,
– el Fénix –
el encantador y prendado príncipe de las sublimes y bellísimas lumbres de tu alma,
pues él, él es quien despierta y besa, quien comparte y bebe los áureos destellos de la novia,
– la muy bruñida, seductora y fulgente –
cual flor o poder de Grial,
la de puro elixir,
el agua viva;
[¡ Oh, si él me besara con besos de su boca !
¡ Mi amado es para mí y yo soy para mi amado,
que apacienta su rebaño entre los lirios !
y es que así, así canta, esplende y rinde Salomón en el 1, 2 y 2,16 del Cantar de los cantares]
… amigas y amigos que invocáis verdad, bondad y belleza,
oíd, oíd sus sonidos y ved, sentid y vivid el color de sus luces, de sus vivísimas luces,
pues que ellas traen y enuncian su voz radiante y lúcida:
la intuitiva, inherente y álgida,
la apasionada, la infalible,
la que aquí anhelamos y desde aquí exhortamos,
la sutil y gentil,
la palabra hermosa;
¡ … oh canto cenital del dios, el de tu dios personal, el íntimo, oh, oh, maravilla !
LA CAÍDA
(Ocurrida en el patio de mi casa de Vecilla de la Polvorosa (Zamora)
el 30.Nov. 2019, a las 12,30 (p.m)
Doy fe.
***
… luz, luz para mi cuerpo y alma,
que llegue y entre luz y luz para este ingente estado de mis huesos rotos y heridos,
y luz, luz y más luz para poderme mover, para poderme asear, comer y resistir,
para poder alentar y querer o desear vivir,
y asimismo preparar y relevar la vieja ofrenda de la que habré de morir inexorablemente,
pergeñar y construir la nueva, diseñar su palabra, y, en ella, poderme proyectar y rehacer;
… y es que, ay, ay y ay, pues que de pronto, detenido y derribado he sido del caballo:
un muro alto, una escalera pertinaz y esquiva de aparente aluminio, de plástico, de zinc,
y un suelo escondido y callado de piedra con entraña dura y esperándome,
piedra, piedra – digo – purísima y dura, muy dura, piedra y piedra, muchísima piedra,
piedra con pliegues y dientes de ignominia, mordaz y rigurosa;
… cuando por el Camino de Damasco, Pablo de Tarso fue transido y derribado,
por tres días quedó ciego por la fuerza y poder de un haz de luz interior y exterior,
por el repentino y sublime fulgor que acudió a desclavarle los clavos y cruces de su alma;
yo, en cambio, bajo el fuego enrojecido de un yunque vivo de dolor, aplastadas vértebras y voz,
la casa en soledad, las piernas dañadas, cual último bastión frente a la hoz voraz de mi enemiga,
– e inmóvil, boca arriba –
con una espontánea, asfixiada y débil súplica en los labios,
dirigida al ingente espacio, a allá, a allá arriba, a lo alto,
donde juntos y en silencio se inscriben el aire y las profundidades insondables del cielo,
la de «ayudadme, ayudadme, por favor, ayudadme y salvadme, salvadme, salvadme… «.
COVID-19: ASALTO POR NAVIDAD
… pues que todo lo pudren y deforman, lo incendian, lo ultrajan, lo arrastran,
pues que no, no dejan abierta puerta ética alguna, ni tampoco moral, ni espiritual;
nada, nada a nuestra intuición o visión que pueda sugerir
la presencia o don de algo hermoso entre nosotros;
… y es que así, y sobre idéntica fórmula,
son tratados los coches que presentan, los animales, la música, los perfumes,
los seres humanos…
pues que aquí surgen, convergen y abrazan lo chusco, lo torpe y cutre,
cual concreción de lo feo, lo malo y lo sucio, lo indigno, lo deplorable y falaz,
lo deleznable e inasumible del XX Y XXI y más allá,
la acumulada y emergente indignidad ancestral y profunda en el actual ser humano,
el de este exacto, acotado y preciso instante
de profundos, paradigmáticos e imprevisibles giros,
de lo fungible,
de lo líquido,
de lo volátil;
… por tanto, seamos fedatarios de este brutal y terrible escrache a una humanidad,
[irremediablemente herida, dañada y transformada, Australia ardió entera en el XX continuó ardiendo y se ahogaba en el XXI -]
y que, cual si de perro golpeado y maltrecho, tecnológicamente cupiese decir,
con codicia y saña hubiese sido atado por fuerza a la carga mortal y explosiva
de un ingente, siniestro y publicitario televisor con sus adyacentes Redes;
¡… ojos y oídos míos, no, no os cerréis ni lo evitéis y ayudad,
ayudad a esta necesidad u orden para ver y pensar,
para hablar y sentir, para actuar e intentar vivir como ilustrados morales;
ayudadme, una vez más, por favor, ayudadme, ayudadme, pues, y luchad,
luchad conmigo, por favor, luchad y luchar conmigo …!
HOLOCAUSTO: ELEGIA GENERAL
… a los que habéis sufrido y habéis llorado y muerto por mí,
a los que sentisteis el frío ingente de los huesos fríos,
a quienes caminasteis entre harapos y la muerte de la muerte,
a quienes sufristeis la invasión y destrozo del rayo del odio y de la furia,
a las que paristeis con las manos clavadas y lacrada la boca,
a quienes vertisteis en camastros de oprobio las más hermosas de las nanas doradas,
a quienes elevasteis antorchas de luz al cielo
y encendisteis el mundo y el mundo pudo ver;
a quienes estáis ahora mismo escuchando, sintiendo y mirándonos
desde Auschvitz, desde Dachau o Manthausen, desde Sachsenhausen o Revensbrück…
a quienes creasteis y disteis, digo, los primeros luceros a Europa y a la Humanidad,
pues que al ser irredento ya ha resurgido a la vida y no, no volverá a morir,
no volverá morir,
no volverá a morir…
DE NUESTROS POTENCIALES DIVINOS
[… a orillas del río Brazomar]
… y es que, cogiéndolos y tensándolos,
tirando de ellos y desclavándolos a pleno fuego y uno a uno del fuego de mí espíritu,
y arrojándolos al ímpetu del río de mi vida,
a su corriente y esperanza, entregando voy los potenciales terrestres y cósmicos que llevo,
los de dios y hombre, los míos y nuestros, los que aquí están, los que tengo y soy;
y si bien es cierto que luz y oscuridad me exigen terribles y bellos instrumentos
con que despiezar y reconstruir las alas-lumbre con que poder volar,
doy fe de que con ellas, entre ellas y por ellas lucho, vivo, muero y reaparezco,
para qué, si no, podría construir los éteres divinos e inmortales del cuerpo de mi alma;
… hoy, de pronto, y por sorpresa, por aquí han pasado 4 grandes de los ilustres griegos:
Pitágoras y Sócrates, Platón, y aquél, el que tanto instara a la ética y a la felicidad, Aristóteles;
llegaron por el Este y hacia el Oeste partieron;
bien, bien recuerdo aún – y cómo no – cuando esta humilde fragua con sus versos,
acogió a otros tan eximios, radiantes y últimos arcontes:
Methusalem, Atla Ra, los Hijos de la Luz y los Heraldos de Acuario;
y todos, todos ellos, en el más puro silencio, por el Oeste se alejaron;
… cual ingente imagen de excelsa ingravidez,
observo y cae la tarde sobre un enorme cerro completamente púrpura, violeta e incendiado,
y vibra, tintinea con exquisitez sublime el aire y las praderas brillan,
y por ellas, impasibles, saltando y picoteando con fervor por y entre las hojas de hierba,
unos gorriones de fuego, cual futuros dioses, se entretienen aprendiendo a nutrirse y a vivirse;
cerca, muy cerca, se oye rugir y cantar el mar,
y en tanto va el agua dulce discurriendo y muriendo, crea su barca y su horizonte el río;
… sería, sería indescriptible, verdaderamente inenarrable, poder ungirme, cual cámara viva,
y mostrar a ustedes la luz con este instante.
PSICOLOGÍA Y FISIOLOGÍA DEL SILENCIO
… mientras para expandirse, baja de regiones o mundos de consistencias más altas,
con fervor cuasi total y táctil, intuyo y sigo los pasos y pulsos del silencio;
lo oigo acercarse y tocarme, entrar en mí, y, luego, discurrirme por la sangre y la piel;
acto seguido, y con total maestría, evoca mi subconsciente y lo observa,
lo percibe, lo interpenetra, lo contempla y siente,
y tomando pie en esta íntima y fidelísima estancia mía, lo resucita y vive;
sabe que el conocimiento exacto y perfecto, aquella sabiduría que necesita y busca,
es para él un cimiento de oro y que mi alma no, no lo es,
no su auténtico lar, no, ni la básica esencia con que honrar la soledad,
la de aquel «desierto bíblico y puro» en el que para orar se aislaba El Cristo,
no la perfección absoluta e íntima, no, ni aún, siquiera, y lejos, mi sustancia o poder inmortal;
… pero a pesar de todo, y antes de intentar ayudarme, accede a mi mente y la escruta,
por lo que al descender al pecho y atusarme el rojo mar del corazón,
ah, entonces – y al sutil abrigo de tal beso y tal abrazo –
uno sabe con certeza que con su fuerza y luz, con su paz e ingente autoridad,
construirá sístoles y diástoles luminosos bajo un desconocido,
profundísimo e incondicional amor que el átomo-simiente eternamente ha de guardar;
… y ya, tras breves instantes de tan consolador júbilo y gozo,
desde el Espíritu de Vida, un destello con sus lluvias,
se habrá hecho cargo de mis guijos, mis eriales, de mis albercas secas y mis fuentes.
SALVE AL AMANECER PARA MIS GENTES
[Sabed que venceremos siempre, siempre,
frente a cualquier Coronavirus y en cualquier batalla que hayamos de librar, sabedlo…]
… oh tú, luz grandiosa y sideral,
oh luz infinita con tus infinitas luces,
oh gentes mías,
árboles cósmicos de vida,
girasoles radiantes,
planetas,
lámparas espaciales,
soles,
constelaciones,
estrellas,
símbolos divinos,
inteligentísimas y amorosísimas energías con tan ingente presencia y poder,
manantiales terrestres de oxígeno, de sílice y cristal, de oro príntico, cósmico y rocío,
ríos en todas direcciones y en las demarcaciones y profundidades todas, en las alturas,
… oh, oh vosotras, vosotras, gentes, gentes queridas mías,
magnos cúmulos, cuásares, galaxias, multiversos radiantes, in crescendo e íntimos,
ah, ah vosotras, arterias luminosas del corazón,
llamaradas precámbricas de sangres mujéricas y hómbricas, de voz y fuego,
vosotras, gentíos clamorosos y por doquier en el ser intemporal del espacio-tiempo,
mariposas-lumbre para esta tarde de mirada mutante o cambiante mía,
– la que va incendiada, la que me alumbra y vive –
rutas, rutas y piélagos sois de compasión por esta humanidad en guerra vírica por el planeta,
y mieles, mieles y ámbares puros con su divino y heroico imperio, su sueño y su virtud,
espejos profundos, profundos y eternos,
oh seres totales en gloria sin principio ni fin,
rosas y lirios, lirios y rosas, hermosura, hermosura sola, vuelvo y digo que sois,
hermosura, lo repito y nombro, y, nombrándola, sigo, sigo y sigo y continuar podría…
¡… salve, salve, para mis gentes, en este despertar de muerte y luz del XXI sobre la Tierra,
salve, salve y salve siempre, salve…!
COVID-19: ABRIL ENTRE MIS BRAZOS
… y ello acontece cuando un destello sideral acude a acompañarte y protegerte,
y un rayo con ímpetu abraza y silba a un tiempo por el alma y el aire,
justo cuando el aliento arda y queme, y un haz de fuego puro,
– cual destello de himno o antífona infinita –
se incendie por tu sangre y dé luz al corazón;
… son, son las 00,00 en punto 0 del reinicio en el planeta,
[y cual si de un juguete frustrado se tratase,
porque de repente la cabeza o las ruedas, los mandos o motores cayesen o faltasen,
loco y dando tumbos marchara huyendo en estampida por residencias, hospitales o Ucis,
agitado y retorciéndose entre una ingente pira
de ancestrales y atávicas tradiciones y puses, cortezas y usuras,
confinado y sin vacuna ni remedio, digo, y en este instante a su suerte abandonado]
cae el mundo entre mis brazos, mientras sigue llamando,
– ya sufra, cure o muera –
a las más densas, oscuras y lóbregas cenizas de un hollín perdido que jamás recobrará;
… por tanto,
y abatido en este Abril contra sí mismo y contra todo, Piscis incluido,
e intentando este humilde bardo, comprenderlo y comprenderse,
inclinando la cabeza, baja los párpados, y, sin más lágrimas, lo aprieta y aprieta contra el pecho.
COVID-19: de los finales
… y aunque el final parezca como si estuvieran susurrando y yéndose,
y a la vez quisiesen despedirse, mientras su hilo o filamento resista, su cordón de plata,
– porque en realidad, así sucede y es –
sepan, sin embargo, que lo hacen pronunciando un himno con voz ingente y gratitud,
un canto inexpresable, un cántico inmortal:
… que la inteligencia, la luz y el poder del amor divino os hallen, recojan y acompañen,
y que también el abrazo, como así la paz, la claridad y la verdad,
vuestro brillo limpio, único y hermoso.
DE TIÁ-NANNMÉN A WUHAN,
BUSCANDO VERDAD Y LIBERTAD
I
… y cuál, cuál es, dínoslo, Señor,
cuál es el más divino y hermoso de sus misterios,
aquél, el que buscamos, el más alto y hondo de todos los fuegos de la libertad;
II
ah, muéstranoslo y márcanos su emblema y signo, su valor y fuerza,
que con su luz y llama necesitamos prendernos, resucitarnos, vivirnos y revivirnos,
sanar las mentes, los corazones y el tiempo con que hayamos estado y discurrido aquí,
y asimismo, y también, curar y resucitar el mar, el aire y la tierra
que pudimos haber tocado o que toqué;
¡… pues que alguien, que alguien llegue a una ingente plaza pública con alma en paz y abierta,
a rogar o a pedir libertad, libertad y nada más que libertad,
y que, quien deba dársela, ordene que a tiros lo abatan y destrocen el cuerpo y la esperanza..!
ah, ah, esto sucedió a la Humanidad el 4 de junio de 1989 en la Plaza de Tiá-Nnanmén;
en Pekín, en la plaza más grande del mundo,
y, por ello, y tal vez, la más invocada y representativa,
pero también la más dañada, la más afligida, y, por ende, y ay, la más amada;
y en consecuencia, tras todo ello, y en este hoy – 05.05.2020 – del Año chino de La Rata –
el siguiente verso podría ser consigna, oración o lema único para el país,
para los 1.300 Millones de seres esclavos que habitan cerca y lejos de Tiá-Nannmén o Wuhan:
«nada más adorado, reverenciado y respetado, que el Partido Comunista Chino»,
empeñado en que caigan los pequeños oasis libres, representados por Taiwan y Hong Kong»;
III
… en la Ronda Crítica, es decir, en la 5ª Revolución de la Tierra,
– puesto que nos hallamos en la 2ª mitad de la 4ª, la mercurial –
muchos Egos tendrán que cargar con su «Segunda Muerte» al hombro
y ponerse a esperar y a esperar en el Caos un inhóspito tren sideral,
que llegará recogiendo Egos desperdigados y desnudos por completo, sin vehículos ni alma:
estafadores y ladrones, vagos, obscenos, sierpes pestilentes y asesinos,
pues tal, tal será la cristalización e inenarrable estado de decrepitud espiritual que exhiban,
cuyos rasgos se habrán concretado en alguna de las múltiples formas de tan real calamidad;
…. habrá, no obstante, quien de pronto recuerde que, en su lejano antaño, al igual que hoy,
había Puntos y Líneas-Ley de conexión coherente entre seres y áreas de la Tierra,
y que, tratando de huir, busque ponerse a salvo tras un Maestro en común,
tras un Maestro Ascendido;
IV
… en este instante,
en plenitud del Covid-19 – y cual si del 26 :20 de Isaías en este XXI se tratase,
acaso – insisto – pudiéramos dar traslado con prestancia a su exacta cita, diciendo:
«Anda, Humanidad querida y nuestra, mira y contempla Gaia, la Tierra, pues estos que ves,
son, hoy, tus aposentos, entra, entra, y, tras de ti, cierra la puerta:
pues tu paz, tu obediencia y aliento, ayudarán a que pueda pasar y consumirse la ira,
o ayuden a ganar la feroz batalla que exige, y exigirá siempre, verdad, bondad y belleza,
y así construir el don de una inédita lumbre que obrará la transformación profunda de la vida,
¿ quién podría prescindir, por tanto, y pues, de nuestras metas más divinas:
quién de todos los ingentes y magnificentes fuegos vivos que ha de implicar al fin la libertad ?
DECLARACIÓN UNIVERSAL
… pues, aunque sea de forma mínima y máximamente terrenal y opaca,
Yo sé que Yo Soy y estoy dentro de Aquél que se identificó en el «Yo Soy el que Soy»,
mi Triple Ego con su libre albedrío y poder para crear de forma original, individual e innata,
una chispa de la ingente llama con todas las potencias íntegras de Dios, mi Padre:
su Voluntad
su Amor,
su Inteligencia,
y, para el mundo, su Perdón y Compasión,
nuestra senda y trayecto cuando el Ego es cetro divino y sin fin,
es decir, mi infinita calle y vuestra calle por su grandioso, cuántico, y emblemático templo,
nuestra única y gran razón, nuestra luz veraz y nuestra auténtica patria.
DE LOS MÚLTIPLES PÁLPITOS DEL SER
… un enérgico rayo con atuendos de vértigo y estrépito
y su signo de fulgor inusitado,
un poderoso, un ramificado y hermosísimo relámpago, expresando en sangre y oro,
fulgentes geometrías y drásticas bellezas,
una exhalación atómica y vibrante con luz inteligente, y, asimismo suya, e íntima, profunda,
y, cual oráculo inherente, un hálito de intrínseco violeta, entrañable y cuántico,
llamémosle la exacta, la arquetípica y concreta imagen de una idea vertebral, sublime y única,
dos círculos concéntricos fluyendo y confluyendo,
cual un ser humano y Dios deliberando, determinando y mutuamente co-creando,
la Sabiduría construyendo un timbre germinal de fuerza con voz y tímpanos insólitos,
una chispa de Verdad en sí misma siendo y demostrándose,
– cual imaginación del mundo, su fuerza y ámbito –
bajo un excelso y solo himno,
o bien, y, por último, digo y digo,
un Sol total cual imperio súbito de ingente Triunfo, de Amor y Libertad;
… ciertamente, el indestructible y estricto emblema con su sello o cuño de ingénito Poder.
LUZ A LUZ Y SANGRE A SANGRE
– … y es que, por el “Camino de Damasco”, todos, todos quedaremos ciegos –
I
… desde aquel primer instante de existencia mineral y nebular,
y a través de cada período, de cada revolución, recapitulación, época y era de la Tierra,
hoy, y ante ellos, en este 2020 y 21, en posición de rendido homenaje,
y compendiándolos en brevísima síntesis, bástenos decir:
cuántos , cuántos altares con sus ofrendas y divinos fuegos purificadores y justificadores,
cuántas abluciones, candelabros y panes promisorios,
y cuánto incienso ante aquél central y cuasi impenetrable velo,
– con rigor sobre Campos de Marte, con la maza en alto y en plenas desbandadas –
cuántas cruzadas y batallas, reinos y traiciones, cuánto dolor y ajusticiamiento, cuantísimo,
oh ríos con aguas salvíficas y templos y oráculos remotos y míticos para tantas, tantas,
y, a la vez, tan pocas divinidades –
y cuántas y enormes catedrales hacia arriba, desafiantes frente al poder del tiempo y el cielo,
construidas desde el hambre y al amparo de reyes, religiones y sectas y el don del más allá,
o, asimismo, al auspicio de romerías, liturgias y ritos con solemnísimos actos,
y, a la vez, cuánta sangre derramada,
cuánta codicia, fama, sexo y poder por conquistar, erigir y a un tiempo sobrevivir
sobre torturas y cárceles, sobre hogueras, expulsiones, migraciones y martirios,
bajo los apocalípticos, sumarísimos e interminables “Juicios de Dios”;
y cuántas, cuántas fiestas blancas y negras frente a diluvios y volcanes,
frente a seísmos, huracanes y sequías,
cual catástrofes aterradoras e inmensas, y cuánta luz y oscuridad yéndose y renaciendo
tras la injusticia y la soledad, tras la aflicción y el olvido en este ingente camino
en pro de la atención, de la conciencia y la consciencia naciendo y construyéndose,
y en que se ubicaron ya dictaduras, ya absolutismos, vasallajes ficticios y auténticas insidias,
o bien, y asimismo, junto a leyes kármicas, dhármicas y pandémicas,
así, así y del mismo modo, como concilios, encíclicas, infabilidades y dogmas supra-humanos.
II
… ah, y de otro lado, cuántas, cuántas edades y libros y predicamentos,
– remarco y digo –
dirigidos por intereses ácidos, por mitologías, por leyendas,
o con qué opresiones mutuas con naturalezas múltiples entre ciencia, religión y arte,
con extraordinarios óbices impuestos frente a ficciones o exóticas quimeras,
cuánto engaño y fraude, pues, con sus respectivas gangrenas morales, éticas y físicas,
sobre los cuerpos heroicos y carnales,
sobre la oquedad o nieve helada con tan ímprobo espanto para el alma o contra el alma,
a la vez que un raudal de fe de ímproba espesura se abría y abría bajo los pechos humanos,
cuantísimos eones, por tanto, sujetos a tales y permanentes conmociones, cuantísimos,
y ello a lo largo, a lo profundo y ancho de grietas y lechos de la Tierra,
[digamos, que, a excepción del amor, del amor, del amor,
cuánta paz tronchada y cuánto barco en alta mar ha sido, con brutal cordura,
hundido para matar]
… pero escuchen, tengan a bien escuchar ustedes esto y en este mismo instante, se lo ruego:
todo ello, todo, ha ocurrido – ha tenido lugar – sólo, y exclusivamente,
a fin de que lográramos llegar, descubrirlo, y entrar al corazón,
convocar su sangre y su memoria y escuchar y encender al fin la vida en él;
sólo, solo por ello y para ello,
sólo y sólo, en exclusiva;
… y es que, por el “Camino de Damasco” – insisto – todos, todos quedaremos ciegos:
y, ello, luz a luz y sangre a sangre.
C-19: TRANSMUTACIÓN DE LA IRA
… mientras se irisa y brilla el leve tiemblo con que discurre y marcha el río,
– cual si ascua ingente de luz y oro –
a
r
d
e
y
c
a
e
la
t
a
r
d
e
sobre los mástiles dorados de los cactus, sobre el aura de los árboles y el frescor de la hierba;
… pero aquí, y en este instante, no, no hay temores ni odios, ni tampoco incendios, ni prisas,
pues que el dios del mundo ha incendiado el tiempo y el aire, la paz y el silencio,
– y azul y altísimo, allá, arriba, alto, muy alto –
fulge y esplende la infinitud total y sideral del cielo;
… tras esta mirada – con un himno de alas – de pronto rompe y surge la brisa,
la cual, en su olímpico vuelo,
va arrojando canelas, mieles, éteres y ámbares, no, no sólo al swing transmutador de la ira,
sino, y también, a estos nimios y fragilísimos versos de aprendices eternos o novicios humanos.
29 VERSOS-FUNDAMENTO
… en unidad consciente y rítmica del ser, en su más álgido y nítido silencio,
poner quiero en éste y con éste la soledad, paciencia y quietud perfectas
y en cada cual ver sus llamas, tocarlas, y, en esa unión total, oírlas,
sentirlas ser, vivir en ellas y con ellas,
y cual si de entidades y originarias luces se tratase,
vibrar y aceptar, por tato, sus interacciones siderales y ecuaciones vírgenes,
como así sus ojos de mirada limpia con labios y lenguas de palabra invicta,
tal si fuésemos, insisto y digo – tras infinitud e infinitud de años y de siglos –
innata vida, sangre y voz de eternidad,
pues que si eterna es la mente, eterno y cósmico late, sirve y es el corazón;
[… porque instante a instante, y hebra a hebra,
construyéndolo en altísimas cumbres de este recóndito ADN del XXI,
– en aquéllas, en las de secretísimo susurro cuántico –
ciertamente el corazón va guardando y ordenando, golpe a golpe, su hálito profundo,
en preciosísimas gemas, átomos de príntico y excelsísimo violeta,
en su belleza gentil, en su cumbre o cima espiritual]
… y es que más, más allá del aislamiento, soledad y clausura, en que es y reina el silencio absoluto –
incluso más allá del estupor y terror carnal ante la muerte, más, más allá aún –
surge poderoso e invencible, nuestro compasivo poder con su ardiente voluntad,
con sus test o pruebas con que construir o ahormar un alma de inmarcesible himno,
aquella, la de adarga y lanza vivas al servicio de un pulso o pálpito de frecuencia inmune,
con que hollar y vencer con valentía los graves trances de vivir, los de silencio íntimo, los de máximo esplendor…
… por tanto ¿ podríamos conscientemente sellar tal digresión con celo pleno de su síntesis: ?
porque si soledad, paciencia y quietud son yunques de temple y luz del genio de la vida,
y el silencio don que irguiendo nuestra álmica presencia, la ensalza y engrandece,
¿ no es la sabiduría, pues, persisto y digo,
el orden superior, ingente sinfonía, cántico inmortal y auténtico del mundo…?
SUEÑO
¡ … imagina, imagina, imagina !
porque – por ejemplo – «todo, todo lo que imagines montado sobre un caballo,
– todo ello –
y en un solo acto y cumbre, podrás conseguir que sea»:
voluntad, inteligencia y valor,
intuición-iluminación-determinación,
capacidad, rapidez y sello,
fortaleza, armonía, belleza,
belleza, belleza,
belleza al fin, belleza, sólo belleza…
DEL HECHIZO DE LUNA
… si el Sol nos da, o aporta, luz física, luz espiritual y vida,
el rayo de luna – en cambio – sépanlo los poetas,
es flujo para el endurecimiento de las formas,
pues las penetra, paraliza, y arrastra hacia la muerte.
DESDE ESPAÑA: EN VIVO Y EN DIRECTO
[… a nuestra consciencia en flor)
… esto, esto que están ustedes viendo, oyendo, sintiendo y viviendo en septiembre de 2020,
– lo pegado a la Covid-19, a nuestras débiles sangres y a nuestras frágiles luces,
sin vacunas aún concluidas ni remedios curativos eficientes,
lo que en suma perciben por calles, bares y playas, y asimismo a través de los medios –
no son sino algunas de las más densas y brutales pedradas que como humanidad lanzamos
contra la alta frecuencia con que acude el Cosmos para combatir y sufrir por y con nosotros;
… ábranse y resquebrájense, pues, los cielos y muros que nos enclaustran el alma,
hable Dios con nuestro dios interior y con pasión lloren ambos,
hasta herir los exiguos y angustiosos diezmos de esta inocente y enferma claridad;
… aquí, aquí están, por tanto, lo violento y brutal con lo ancestral, lo cruel y pandémico
frente a la opción ética, moral y espiritual de instruir un cambio radical, vital e ineludible,
– aquí está – digo – la oscuridad más densa para impedir construir un mágico futuro –
en temibles y compactos grupos infectos, frente al Árbol de la Vida, instándolo a la muerte;
… el momento se hace largo y difícil, crítico, y tan arduo y severo como inesperado,
afirmemos que estrictamente singular, peligroso y único en la historia del planeta, sí,
pero recibiendo vivas y hosannas siderales en pro de nuestro esfuerzo y nuestro honor,
en pro de una costosísima y mítica victoria;
… tras el ruido de la lucha,
se presiente no obstante la espada fiel del mar, la de la luz, la del aire,
cual mieles o almas de un magno sacramento que ayer mismo hubiese sido instituido;
… ante este reinicio – digo – todo, todo está derramado,
por tanto ¿ cómo recogeremos la cera ardida y caída, el aceite hirviente y el incienso ido,
y cómo, cómo mirarla, darle la vuelta y reconsiderar con perspectiva y fe la vida…
… entrando en mí, el fragor de la guerra hiende, sí, pero también da aliento,
pues entre un dolor estrapanoide, absolutamente macámbrico y enorme,
lejano, y a intervalos, puede escucharse un incierto y débil sonido aún, aún, aún…
(1) Estrapanoide: Incomprensible
(2) Macámbrico: Informe
***
HACIA EL TRIUNFO DE LO ALTO
… todos los arcos, bóvedas y cúpulas de la Tierra, son y vibran en mi cuerpo-templo,
en mis células-templo y en sus mínimos y atómicos templos,
como también, y así, cada planeta vive aquí y en vosotros, y cada estrella y galaxia,
y así cada fractal del universo y multiverso;
ocurre cuando vivo y siento sus colores, sus tonos-música, sus fuerzas interadas,
y cómo, cómo no, en cada sístole o voz del corazón,
y en cada luz ardiente y viva ante mis ojos-alma…
…ah, no, nunca nos dijeron que fuésemos tan exiguos y a un tiempo y a la vez tan grandes,
tan magníficos y fuertes, tan luminosos, tan egregios y descomunales espíritus;
… en algún momento anterior al Período de Júpiter, la Nueva Galilea devendrá,
y he aquí que deberemos tener construido y dispuesto el Dorado Vestido de Bodas,
el de La Novia, el Soma Psuchicón de San Pablo, la Piedra Filosofal de los Alquimistas,
la Coraza de Dios, el Tarro de los Perfumes, o, en definitiva, el Cuerpo del Alma:
es decir, y sea, el Carro de Fuego de Elías,
o sabiduría total y poder propio e íntimo de un espíritu terrestre,
o bien, y por último, el Cuerpo del Alma con el que Cristo “resucitó” y reapareció” por Pascua
… cual si el Aleph de Borges, todo vibra como un piñón en el crisol de una mano,
cual soplo inmortal, cual suspiro, cual fuego e ímpetu divinos,
como una dimensión que creciera y creciera y nunca acabara de crecer ni de elevarse,
nunca, nunca…
DE LA EXTREMA CONTEMPLACIÓN
… bajo el límpido grill de la luz del cielo,
en el eje vertical con que agua y aire son un solo ser sobre la faz del mar,
– justo donde el arco iris surge y el ingente púrpura llega, sobrecogiendo e inundando el pecho –
allí, allí es, justamente allí – entre un dios de fulgores –
donde, en inmenso abrazo, se eleva y desliza la virtud del sol y la niebla,
– y viéndolo, y viviéndolo –
uno tiende a pensar que tal fuerza estuviese expresando aún y aún la antigua ley de eternidad,
pero no, pero no …;
… porque en ese preciso y triste, y, a la vez, hermoso instante,
las gaviotas ya están compitiendo con olas de otros múltiples mares,
de otros acantilados y otras rompientes o farallones del mundo;
pues aquéllas y éstos – tras cada instante – ya, ya son otras y otros, ya, ya lo son…
… e imposible de todo punto detenerlos, pues que ni aun la muerte,
tampoco ha podido seducirlos.
PIEDRAS ANGULARES DE UN POEMA
I
… de aquí, de este pecho,
de esta sima hirviente entre ruinas, hecatombes y glorias,
de este crisol de mente y corazón y por completo libres y cambiantes, y líquidos,
de este mutuo incienso que extracta y vibra hacia lo alto y que sube y sube,
de esta hoguera – digo y hablo –
de este fuego sideral e ingente con sabor a tierra y multiverso,
de éste, de éste cráter vivo de nuestros pechos, de estos templos con nuestro espíritu interno,
el que es causa y fin de estas pocas y humildísimas letras;
… ah, ser mío, ser mío, yo sé que un poema es más que un cesto de alimentos
con las primicias o lumbres de mercado,
y más, muchísimo más,
que mil laboratorios o farmacias con sus últimas esencias o principios cósmicos;
… porque un poema, un poema, sí, puede, puede inducir a un loco y desquiciado a un salto en el vacío,
pero, también, ay, a regir las leyes del asombro, bajo el júbilo sublime del reino de las lumbres,
un poema puede erigirse, incluso, en un Saturno que fulja y fulja, al fin,
tras sus oscuros y antiquísimos y primeros fuegos creadores,
o, simplemente, cuando instemos el blancor de la rosa,
estaremos instando a un tiempo y en sí mismas, no sólo a la pureza y la belleza,
no, no sólo, sino a un símbolo de inteligencia y vida,
de luz,
de amor,
de poder,
invocando una ciencia divina con un futuro vivo e ingentemente abierto;
II
…por tanto, un poema, digo – y cerrar querría –
puede invocar una épica y lírica Excalibur con su filo y milagro en vilo:
aquél, el de arrancar del mar un inveterado sueño, hacia un grill celeste bajo un éxtasis pleno;
… un poema, queridísimos míos, no, no es en sí, ni únicamente, repitámoslo,
un himno terrenal e intrépido a los Heraldos de Acuario y allí, allí mismo, junto a Silicon Valley,
– no, no lo es, no podría serlo –
sino, y por último, y también – cómo no – un cosmos con honor de fuegos-lluvia,
una gesta exacta e incondicional de La Tierra en flor,
un pecho-corazón ingente con ritmo de infinitos pulsos,
un hilo cuántico y de oro con su magna excelsitud,
un dios entre un vergel cual cántico inmortal,
o este vibrante existir que está aquí, aquí, aquí,
construyendo e incendiando la alegría,
la que nos unge con su propia ley, la prescrita y cierta,
este invicto volcán,
– señalo y digo –
esta, esta pasión sin edad ni espacio, sin término, sin cumbre o cima, sin límite …
ASUNCIÓN PÉREZ: mi abuela paterna
… sin, quizás, intuirlo, mi abuela, Asunción – 7 hijos, 7 – era felizmente poderosa: una santa real;
cómo tengo ante mí sus lindas manos, sus ojos, su silueta, esbelta y frágil, y su gran resplandor,
aquella figura de negro siempre con el pañuelo anudado, justo, justo, junto al dios de su boca;
y es que era, era tanta la bondad que derramaba, la luz que desprendía,
que expresaba palabras y estancia cual semillas de alma con fulgores de oro;
… y, dado que eran colindantes sus casas, algunas veces, al caer el sol, y a la puerta de la calle,
se reunía con mi otra abuela – Ángela: lista, trabajadora, inteligente,
la que a menudo me instruía al decirme ¡ sí, hijo, sí, que donde quiera está Dios…!
y, ambas, mirándose a los ojos y dialogando, se alegraban mutuamente la faz y sonreían;
entonces, y viéndolas, yo intuía que mi reino de agua, de tierra y barro,
fulguraba con fuerza sobre el cospel redondo de la plaza;
… hoy, en su casa vive un magno biznieto, mi bien estimado primo, César Mayo,
– nuestro alcalde –
y estoy seguro de que, de entre el ser y correr de las horas más vivas, hondas y quedas,
desde los tapiales se incendia y brilla, la mirada más dulce de un amor tan hermoso.
DEFINICIÓN Y ASPIRACIÓN
… y quién, quién – díganme – en su más íntimo ser, no sueña con dar, inspirar y recibir amor,
y
luz,
y
paz,
y
bien,
y asimismo salud, protección y opulencia, gracia divina cual don de sabiduría,
y también, cómo, cómo no compartir y dar valentía, y alegría y libertad…
¿ quién, díganme, quién…?
TRUMP, COVID, BREXIT
… del amparo o cobijo de atávicos usos, alfombras y ritos, corazones y piedras,
arrancando vamos, con fe y tensión, oscuridad:
(¿ … ejemplo último ? Asalto al Capitolio de los EE. UU. de Norteamérica)
por tanto, el camino es extraño, imprevisible y duro, y enérgico, y dramático,
pero las losas de esta inhóspita década del 20, ay y ay,
darán paso al despertar de la luz, a la paz, al progreso,
bajo este nuestro, novísimo e ingente testamento que fustiga las turbas
de esta “Guerra Espiritual” entre luz y oscuridad,
y donde – sepámoslo bien – cada astro y entidad del Multiverso conformamos cuerpo y alma
del Genio Creador, pues que en Él instruimos el cuerpo material y la conciencia;
… el léxico del Brexit, quiebra el arpa del mundo y tiempo anglo-sajón,
y mientras Covid-19 confirma el hacha reciente y extinta del imperio,
Europa llora, y, EE. UU, elige presidente y las furias enloquecen;
… pero hay, y habrá, surgirá y surgirá,
– invoco y digo –
el bellísimo hosanna de un canto humano, decididamente, sí, divino y superior,
por primera vez en el planeta, por primera vez, digo, por primera vez …
QUERER VIVIR Y QUERER RUGIR
… vivir y vivir y querer vivir rugiendo, y rugiendo y rugiendo por y para querer vivir
en este ingente y melodioso campo de acordes y semillas cuánticas,
inhalando el tímpano de fuego, el sutil, aquél, el de onda corta y alta octava,
y nacer y emerger para abandonar la tierra y subir, volar, elevarse y fulgir,
osando y osando, pues, y avanzando hasta alcanzar, compartir y disponer del Sol;
… creciendo y habitándolo para asir y ahormarnos voz y vida,
activamente instándolas, viviéndolas y tomándolas con que elevar la fe, sus fuerzas y potencias,
ímpetu y ámbito con que crear y erigir la enseña del espíritu, el fuego ingente,
el cospel de la luz,
el grill del ser,
el vellocino de oro,
[el germen, el cénit de esta obra humana y su esplendor, su propósito ínsito]
su inmensa meta y lucha aquí, en la Tierra, en vuelo y tránsito,
en éste, en este instante con aporte y broche luminoso,
su designio u obra, su empresa o fin:
su excelsitud o probidad,
su canto en llamas,
el éter y el Cristo vivo,
el don del aire…
PASIÓN POR CREAR Y PROPAGAR ESTRELLAS
… sobre la vívida fuerza de un bit de infinito tiempo y ámbito,
la luz del universo converge, se precipita y vibra, fulge, brilla;
los augures cuánticos ven y saben que estoy con este bit oyéndolo, sintiéndolo y viviéndolo,
y que, asimismo, en él están los dioses, junto a este canto mío con la voz de los ríos,
de los montes, de las praderas y las roncas trompas del mar;
ay, ay esta mínima y magna sinfonía, ay…
pues al igual que ningún verso – ninguno – podrá ser de agua y fuego,
sin haber estremecido y exprimido con duro y raudo golpe, un haz del corazón,
¿ qué, qué arte expresará la belleza ingente sin haber apurado y transformado hasta la hez,
la eclosión sin tímpanos ni tapias de la herrumbre sideral ?
… cual fe de amor y luz delante de mis ojos, la voz de un fractal está encendida,
y sus colores celeste se despliegan absolutamente indescriptibles, y, de pronto,
tras un levísimo tiemblo-ley, expresándose,
rompe el bit sus fuerzas o cósmicas aguas,
surgiendo un mundo indescriptiblemente bello, primoroso, divino y exquisito.
***
FIN
ÍNDICE DE “LIBRO 27”
1 – Vivir, luchar y morir
2 – 11 versos en busca de síntesis
3 – Razón y celebración
4 – Del fragor de las corrientes
5 – De la conciencia o el divino fuego
6 – En invierno: a su frío y luz
7 – Proceso de diamante
8 – Arquitectos y constructores
9 – Tu Yo Superior y tu alma
10 – La caída
11 – Covid-19: asalto por Navidad
12 – Holocausto: elegía general
13 – De nuestros potenciales divinos
14 – Spicología y fisiología del silencio
15 – Salve al amanecer para mis gentes
16 – Covid-19: abril entre mis brazos
17 – Covid-19: de los finales
18 – De Tiá Nannmén a Wuhan, buscando verdad y libertad
19 – Declaración universal
20 – De los múltiples pálpitos del ser
21 – Luz a luz y sangre a sangre
22 – C-19: transmutación de la ira
23 – 29 versos-fundamento
24 – Sueño
25 – Del hechizo de luna
26 – Desde España, en vivo y en directo
27 – Hacia el triunfo de lo alto
28 – De la extrema contemplación
29 – Piedras angulares de un poema
30 – Asunción Pérez, mi abuela paterna
31 – Definición y aspiración
32 –Trump, Covid, Brexit
33 – Querer vivir y querer rugir
34 – Pasión por crear y propagar estrellas
***
(29.05.2021
FIN